Los agricultores mantendrán las movilizaciones para pedir mejoras en el campo a pesar de la reunión que han mantenido las principales asociaciones agrarias (Asaja, COAG y UPA) este vienes con el ministro de Agricultura, Luis Planas. Las protestas, cuyo calendario se concretará en los próximos días, se llevarán a cabo si el Gobierno no adopta medidas concretas para reducir las cargas burocráticas y garantizar que se cubren los costes de producción, entre otras demandas del sector. El ministro ha calificado la reunión de positiva, aunque los agricultores han dejado claro que el diálogo con el ministerio debe traducirse en resultados reales.
El tono de los líderes sindicales no ha sido precisamente optimista. José Manuel Cebollada, vicepresidente de Asaja, ha recalcado que “durante la semana que viene el sector reivindicara sus puestos de trabajo” con las marchas que se extenderán “por todo el territorio nacional y que, de hecho, ya han empezado estos días”. Miguel Padilla, secretario general de COAG, por otro lado, ha señalado que “hay una gran parte de la ley europea que está hecha a espaldas del sector, comenzando con el tema de la asfixia normativa”.
El titular de sindicato también se ha defendido de las acusaciones desde Francia que catalogaban a la producción española de “incomestibles”, sobre esta ha dicho que es “totalmente falso”. También ha demandado una ampliación de los seguros agrarios para que cubran los daños que ha supuesto la sequía para algunas regiones del país, y al mismo tiempo, ha comentado la dificultad que atraviesa el sector para la incorporación de nuevos agricultores.
El ministro de Agricultura ha repasado punto por punto los avances efectuados por el Gobierno español en los últimos años, pero no ha anunciado ningún cambio concreto. “Vamos a trabajar en conjunto para identificar qué elementos burocráticos son reducibles”, ha manifestado con respecto a la petición de aliviar la carga administrativa de la Política Agraria Común (PAC). También se ha pronunciado sobre los acuerdos comerciales y ha defendido que la balanza comercial era hasta el año 2000 negativa y que se ha dado la vuelta a esa situación. El ministro ha asegurado que hay que realizar “un seguimiento para ver que se cumplen con los volúmenes y las condiciones requeridas para que los productos accedan al mercado europeo”. Sobre la Ley de la Cadena Alimentaria, ha insistido en que España ha mejorado las inspecciones y que todos los afectados pueden presentar denuncias si detectan irregularidades.
La reunión de este viernes entre el titular de Agricultura con los sindicatos se convocó el miércoles, después de que el Ejecutivo aceptase dialogar con los representantes del sector para escuchar sus demandas. Los trabajadores del campo reclaman que se revise la actual Política Alimentaria Común, porque consideran que perjudica al rendimiento y la productividad de las cosechas. Los agricultores también piden que se refuercen los controles en torno a la Ley de Cadena Alimentaria, que prohíbe vender productos a pérdidas.
Fuera del edificio del Ministerio también se podía observar a un reducto del sindicato de la Unión de Uniones que con banderas verdes en mano manifestaba su descontento por no haber sido invitado al encuentro. “El ministro dice que las representativas son Asaja, UPA y COAG, pero los agricultores no las han votado en elecciones. Son representativas porque el ministro lo dice, no porque ningún agricultor les haya votado“, reclama Luis Cortés, coordinador estatal de este sindicato. El líder gremial cree que se ha trazado un cordón sanitario entre el tripartito y la organización que él dirige, también considera que su organización es la única que mantiene un calendario independiente de los eventos en el resto del espacio comunitario. “[Asaja, Upa y Coaj] se han visto forzados a amenazar con marchas únicamente por la vorágine que se ha formado en Europa, pero todavía no han concretado en dónde ni cuando van a salir“, agrega Cortés.
Las primeras concentraciones esporádicas ocurrieron el mismo día que tres de los cuatro sindicatos mayoritarios anunciaron que volverían a las calles. Sin embargo, este jueves, al margen de lo planificado por las organizaciones profesionales, se podían observar las primeras hileras de tractores recorriendo las carreteras de Zamora. Insisten en que los precios a los que venden el género se han estancado y lo rematan a pérdida. Una imagen parecida se producía en paralelo en Sevilla, aunque la consigna principal era otra cosa. El campo onubense denunciaba la necesidad de infraestructuras hídricas para abastecer al sector. A esta última concentración, de acuerdo con los organizadores, han acudido cerca de 15.000 personas.
Eventuales marchas están programas para la primera quincena de febrero, según los sindicatos mayoritarios. La Unión de Uniones ha planteado nuevas concentraciones en la provincia de Burgos, en la propia capital y en las localidades de Miranda del Ebro, Briviesca, Medina de Pomar y Aranda del Duero (6 de febrero); en Santa María del Páramo, León (7 de febrero); en Ávila (8 de febrero); en Santa María La Real de Nieva, Segovia (14 de febrero); en Boceguillas, Segovia (15 de febrero); y en Venta Pinillas, Segovia (16 de febrero). Además, este sindicato ha planteado concentraciones en los puertos de mercancías de Castellón el día 7 de febrero y en los de Tarragona y Santander, ambos el 13 de febrero. También ha ratificado que mantiene su tractorada el 21 de febrero en Madrid.
Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter se
La agenda de Cinco Días
Las citas económicas más importantes del día, con las claves y el contexto para entender su alcance.
RECÍBELO EN TU CORREO