Grifols se ha estrellado en el examen de las cuentas del pasado ejercicio, unos resultados muy esperados por el mercado después de las acusaciones de Gotham City Research sobre un posible falseamiento de cuentas. Lejos de convencer al mercado, las cuentas han provocado el mayor desplome de su historia como cotizada, superior al recibido el 9 de enero, cuando trascendió el demoledor informe de Gotham. Cerraron en 7,58 euros, con una caída del 34,9% (el 9 de enero la caída fue del 25%), acelerada a partir del mediodía, tras la conclusión de la call conference con analistas y la apertura e Wall Street. Desde principios de año, los títulos se dejan un 47% de su valor, y la acción cotiza en mínimo desde 2012, perdida ya la recuperación iniciada después de la publicación del primer informe de Gotham.
Las cuentas han reavivado los fantasmas que planeaban sobre la empresa desde el 9 de enero, en la medida en que ésta, después de las dudas arrojadas por Gotham sobre la contabilidad, no ha publicado el informe anual auditado. Ha precisado, eso sí, que recibió confirmación por escrito de KPMG de que espera completar sus procedimientos internos y emitir su opinión de auditoría antes del próximo 8 de marzo.
Además, el consejero James Costos, antiguo embajador de EE UU en España, no ha firmado las cuentas. La empresa ha asegurado en su informe financiero que estuvo ausente en la reunión del consejo celebrada en Barcelona en el día de ayer por motivos personales. Grifols afirma que Costos “no ha manifestado disconformidad ni oposición alguna con la documentación”. Ninguno de los dos argumentos ha aliviado los temores del mercado.
“Los resultados son secundarios hasta que a través de la información solicitada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre sus cuentas, tras el informe publicado en enero por Gotham City Research, se aclaren la estructura corporativa y los intereses cruzados con las partes vinculadas”, afirman los analistas de Bankinter.
Por su parte, Alantra ha incidido en la “decepcionante” previsión de flujo de caja libre para 2024, con equilibrio este año. La firma señala que, en la conferencia con analistas, las respuestas del director financiero estuvieron lejos de ser satisfactorias, y apunta a la cuestión sobre cómo reconciliar la previsión de ebitda de 1.800 millones de euros con una ausencia de generación de caja, especialmente cuando los directivos han reiterado que el fondo de maniobra debería ser neutral, tras las salidas de flujos en 2022 y 2023. Alantra señala que se esperaba un flujo libre de caja de 450 millones y la propia Gotham City volvió a usar la red social X (antigua Twitter) para mofarse de Grifols con memes a cuenta de este parámetro en concreto.
También en la conference call, el presidente ejecutivo, Thomas Glanzmann, ha señalado que Grifols respondió en tiempo y forma a las cuestiones planteadas por la CNMV, y ha indicado que la autoridad bursátil está llevando a cabo sus propias investigaciones. El CEO añadió que KPMG está preparando el informe auditado sobre las cuentas de 2023, y ha explicado que la auditora emitirá una opinión “limpia y sin salvedades”. Sea como sea, la caída de Grifols se ha acelerado justo al terminar esta conferencia, que coincidió también con la apertura del mercado en Estados Unidos.
Los resultados son secundarios hasta que a través de la información solicitada por la CNMV
Igualmente, las cuentas han indicado que una sociedad controlada por Grifols, BPC Plasma, abonó un dividendo de 266 millones de euros a Scranton, la sociedad patrimonial participada por la familia Grífols. Gotham apuntó en su informe a la supuesta consolidación irregular de BPC Plasma. “Uno de los principales aspectos que ha afectado la confianza de los inversores es la noticia de que los resultados anuales de Grifols aún no han sido aprobados por su auditor, KPMG. Esta falta de aprobación ha generado incertidumbre en torno a la situación financiera”, se insiste desde IG Markets.
Fuentes del mercado consultadas por este diario han asegurado que el hecho de que los resultados se hayan presentado sin auditar no es habitual, pero tampoco “raro”, pues ya se han dado casos en el pasado de empresas que han comunicado a los inversores sus resultados sin la opinión del auditor. El retraso estaría relacionado con el cumplimiento de una serie de procedimientos que se están ultimando, si bien la compañía de hemoderivados ha preferido cumplir con su compromiso de presentar las cuentas este jueves para no levantar más dudas, después de las acusaciones de Gotham City. De hecho, los últimos días de febrero suele ser la fecha habitual en la que Grifols suele rendir cuentas ante la CNMV.
Precisamente, las cuentas de 2023 son las últimas que KPMG audita a Grifols desde los años 90. La Ley de Auditoría, vigente desde 2014, obliga la rotación de las auditoras cada 10 años. Para ello, estableció un periodo de transición y determinó que las firmas que llevaran trabajando para una compañía desde antes de 1994 debían dar paso a la siguiente en 2020, salvo en los casos de auditoría conjunta, que abría la puerta a una prórroga de hasta 4 años. Esto lo que ha pasado en el caso de Grifols, que contrató también a Deloitte para revisar los estados financieros individuales antes de convertirse en el auditor principal.
Resultados
Con todo, Grifols ha buscado destacar algunos de los datos puestos en duda por Gotham. Así, ha señalado que redujo su ratio de apalancamiento durante 2023, gracias a la fuerte mejora del beneficio bruto de explotación (ebitda), desde 7,1 a 6,3 veces a final de 2023. La compañía explica que, excluyendo el impacto de la normativa contable NIIF 16 (997 millones de euros), la deuda financiera neta es de 9.420 millones de euros, un 2,5% más que a la conclusión de 2022. A final del tercer trimestre, la deuda era de 9.540 millones, la cifra más alta de los últimos dos años. Al cierre del ejercicio, el grupo tenía una posición de liquidez de 1.141 millones, y una posición de tesorería de 526 millones.
Los ingresos totales aumentaron un 11%, hasta 6.592 millones de euros, nuevo récord histórico del grupo, con crecimiento en todas las unidades de negocio y regiones clave, según ha destacado el responsable de Operaciones, Víctor Grifols. Los ingresos de Biopharma alcanzaron 5.558 millones, con un crecimiento del 13,3%, “impulsado por el aumento del suministro de plasma, la sólida demanda subyacente de las principales proteínas, los precios favorables y el mix de productos”.
La empresa cerró el año con beneficios de 59 millones
El beneficio neto reportado se situó en 59 millones de euros en 2023, un 71% menos que en el ejercicio anterior. La compañía indica que, excluyendo los gastos extraordinarios relacionados con los costes de reestructuración, que provocaron que la empresa entrara en pérdidas en el primer semestre, el beneficio alcanzaría los 206 millones. El flujo de caja operativo aumenta en 300 millones de euros hasta 351 millones, y el flujo de caja libre vuelve a ser positivo en la segunda mitad de 2023, con cerca de 120 millones, ambos excluyendo gastos extraordinarios.
En su informe financiero, Grifols explica que los ingresos procedentes de la venta del 20% de Shanghai RAAS al Grupo Haier se destinarán íntegramente a amortizar deuda. “Teniendo en cuenta esta transacción, la ratio de apalancamiento proforma se sitúa en 5,4 veces, mostrando un claro avance hacia el objetivo de cuatro veces”, ha indicado el director financiero, Alfredo Arroyo.
Está previsto que la alianza estratégica con el Grupo Haier se cierre en la primera mitad de 2024, permitiendo impulsar sinergias y capitalizar el potencial de China, un mercado de alto crecimiento en los sectores del plasma y el diagnóstico. Además, esta alianza prolonga el acuerdo de distribución exclusiva de albúmina con SRAAS durante los próximos diez años, extensible hasta 20 años. Durante la call conference, Glanzmann ha señalado también que la due diligence para la venta de Shangai Raas a Haier Group ha concluido ya, y que la transacción sólo depende de las autorizaciones de las autoridades reguladoras. El directivo no ha descartado desinversiones adicionales para acelerar la reducción de deuda.
La compañía, además, ha destacado los cambios en la gobernanza aprobados en los últimos días. “Hemos separado la gestión de la propiedad, simplificado estructuras y conformar un equipo líder en España”, ha explicado Glanzmann, quien comunicó que, a partir de 2025, pasará a ser presidente no ejecutivo del grupo.
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